Algunas personas oyen por un oído y le sale por el otro. Otras oyen y proclaman saber mucho. Estas dos cosas cosas no les dan ningún beneficio verdadero, a menos que eso mismo forme parte y partícula de sus vidas. El alimento que es digerido les da fuerza; de lo contrario, resultará en enfermedades tales como la vanidad y otras cosas (367) Simplemente damos una exhibición externa como si obedeciéramos las órdenes del Maestro, pero no vivimos de acuerdo con ellas.
Aún en su ausencia “Órdenes son órdenes”
El mandato mismo es el Maestro. Aquellos que obedecen las palabras del Maestro con seguridad serán liberados. (368). Aún cuando obedecen ciegamente sus palabras, se beneficiarán. (369).
Quien obedece los deseos del Maestro sabe lo que es Dios. Pero, ¿obedecemos?. Si tan sólo le obedeciéramos implícitamente durante seis meses, veríamos el cambio mágico en nuestra condición. Ustedes pueden obtener salvación en esta misma vida (370)
El obtener una mirada del Maestro (El Darshan), puede darles paz temporal y quietud de la mente, pero al momento en que ustedes se separan del Maestro, la mente empieza a alborotarse de nuevo y gobierna soberanamente al cuerpo y al alma. Por eso nada tiene valor en El Sendero de Los Maestros, sino el hacer y actuar cumpliendo con las Instrucciones. Las palabras del Maestro se graban profundamente en el corazón y difícilmente puede uno pensar en desobedecerle. (371)
El Poder Negativo entra en el juego cuando nosotros no amamos al Maestro verdaderamente, cuando no obedecemos o cuando obedecemos solamente hasta donde le convenga a nuestra mente. A esto se le conoce como el poder negativo. (372)
Es posible que el Maestro diga algo que no le agrade a nuestro intelecto, pero ¿cuál es el deber de ustedes? Cuando un oficial en el campo de batalla ordena ” fuego”, ¿qué hará el soldado? Debe disparar. El Maestro nunca dirá algo que no sea apropiado, puede ser que no comprendan al instante lo que dice, pero tiene un noble propósito para el mejoramiento de ustedes . (373)
Obediencia implícita y humildad reverente son los dos de los factores más provechosos para el progreso espiritual. (374)
Si hay una gran cantidad de basura sobre la cual se extiende una tela de seda, ¿querrán insistir en que por ello ya no habrá mal olor? Podemos engañar al mundo, pero no al Dios dentro de nosotros.
Tomen en serio lo que se les está diciendo. Vean cuánto han cambiado, miren si todavía son los mismos individuos con la misma naturaleza baja. Por fuera aparentan obediencia y rinden homenaje, mientras que en el fondo del corazón no han cambiado. ¿Que dijo Cristo? El dijo: “Cambien sus corazones, porque el reino de los cielos está a la mano”.
Cambien sus corazones, es lo que todos los maestros dicen. Nosotros no escuchamos Sus palabras simplemente continuamos con las cosas externas, o no buscamos más allá de las cosas mundanas de las cuales necesitamos. ¿Cuántos hay aquí, en este momento, que hayan venido únicamente por el interés en Dios?
Si han venido por Dios o por el interés en Dios, lo obtendrán, cierta y seguramente. Pero si han venido por alguna otra cosa, ¿entonces?… Lo que obtendrán solamente es esa cosa que han venido a buscar y no a Dios. (375)
Por tanto, se dice que los ojos que no ven al Maestro deberían ser sacados. Sería mejor que los oídos que no escuchan al Bienamado fueran sordos. Bendita sea la cabeza que reverentemente se inclina hasta los pies del Bienamado.
El Gurú Nanak y Shamas Tabrez dijeron que aquellos brazos que no abracen al Maestro deberían ser rotos. De manera que éstas son las hazañas del amor. ¿Qué desea aquel que ama? Naturalmente desea estar cerca del amado, cerca del Maestro, cerca del Dios dentro del Maestro. Querrá escuchar cada palabra que el Maestro pronuncie y las seguirá cueste lo que cueste.
“Si me aman, cumplan mis mandamientos”.
Yo diría que estas cosas siguen una secuencia común y corriente. El que ama hará lo que el Maestro dice, sea que se encuentre o no en su presencia. El Maestro es el Verbo personificado. Aunque el discípulo esté a miles de millas de distancia es vigilado, porque el Maestro es el Verbo personificado.
A veces el Maestro también se manifiesta físicamente. Así que cumplan con los deseos del Bienamado. Esto es lo que hace el amor. Y ¿cuánto cuesta? No cuestan nada. Tan sólo es cuestión de que ustedes tengan toda la atención dirigida hacia el Bienamado. Todo lo demás sigue su curso natural. (376)
La conducta de un iniciado disciplinado debería reflejar la grandeza de su Maestro virtuoso. (377)
El acercarse a una Gran Alma (El Sat Gurú) sin seguir sus enseñanzas, es degradante (378).
Si actúan de acuerdo con lo que se les ha dicho, un único Satsang sería suficiente para que se salven. (379)